Un piso señorial en Londres, y como no podía ser de otra manera, glamuroso y clásico.
Paredes más bien vacías, con pocos cuadros u objetos. Pero una paleta de colores casi monocromo, en negros, grises, marfil y pinceladas de color con amarillo ocre, que le da aun más idea de sofisticación.
Los sofás, simples pero clásicos, como un Chester en amarillo, como centro focal de todo el salón, aunque esté colocado al costado del espacio. Las paredes en gris medio, de actualidad, con texturas originales de la vivienda que se han usado como el ladrillo, pero pintado de blanco.
Si algo me sobra, son los apliques de pared, que no pegan mucho con el resto, la araña del techo con las molduras originales de la casa, un acierto.
Un buen ejemplo, de como lo clásico también puede quedar muy bien hoy en día.
Veamos un Home Tour, como fuente de inspiración.
Fotos @Amanda Prior - via @InsideOut