Esta semana he estado en un piso que reformamos hace poco, pero que tiene calefacción central. En cuanto entramos dijimos, “que calor por Dios”.
Pues si, los clientes se quejaban que era asfixiante, que tenían que abrir las ventanas más de un día, con el consabido derroche de energía. No se puede permitir. Pero es el problema de muchas calefacciones centrales. Si podemos nosotros controlar la temperatura tomemos conciencia cual es la mejor.
Ya empezó el frío y comienzan las peleas a que temperatura poner el termostato de la calefacción para complacer a todos.
Evidentemente es el eterno problema pero no solo en invierno, también en verano. No se puede contentar a todos.
Lo mejor es buscar una temperatura media que encendida la calefacción constantemente, se regule sola.
Y esa temperatura estrella son 21 grados.
Pues si. Esta comprobado que en invierno, como nos toca ahora, las casas con una temperatura de 21 grados máxima constante, no se pasa frió. Puede que tengas que estar con manga larga, pero te acostumbras. No es saludable estar en manga corta en una casa, para luego salir al frió super abrigado.
Los gérmenes conviven más en calor que en frío. Es preferible esa temperatura. Y sobre todo es una temperatura para ser ecológicos. No solo con el medio ambiente, sino con nuestros bolsillos.
Por ej, en radiadores de calor azul o emisores térmicos como se llaman ahora, con esa temperatura se gasta solo un 40 % del consumo. Comprobado.
Hay que hacer el esfuerzo de abrigarse en vez de subir la temperatura.
En invierno es muy importante prestar atención a las ventanas y las persianas para aprovechar la luz natural como fuente de calor. En esta época del año el Sol está más bajo por lo que penetra más en las habitaciones. Por tanto, habrá que ventilar la casa no más de 10 minutos en el momento en el que sus rayos estén entrando por la ventana. Hay que descorrer las cortinas que dan al sur y evitar poner plantas que obstaculicen la entrada de calor. En cuanto oscurezca es conveniente cerrar las persianas.
Si tenemos radiadores independientes, hay que pensar que en todas las zonas de la casa no es necesaria la misma temperatura. Por tanto, lo lógico es limitar su uso en las zonas de tránsito, habitaciones de invitados o incluso en el baño. En las áreas que más se quiera calentar, es fundamental acordarse de mantener sus puertas cerradas.
En caso de tener calefacción central habrá que hacer un uso inteligente del termostato, bajando la temperatura por las noches y cuando no estemos en casa, pero no del todo porque se gasta mucha energía al volver a poner en marcha el sistema.
Son pequeños consejos a tener en cuenta.