Una de las cosas que nos pasa a los que nos dedicamos a esto, que vamos donde vamos, siempre hay alguien que nos pregunta qué hacer con algún tema técnico para que se lo aclaremos. Evidentemente es un tema de coaching claro, pero no tenemos prestación compensatoria por nuestros consejos. Por eso dejo esos consejos aquí en el blog.
Varias veces, me han preguntado qué hacer, si comprar un piso nuevo con una distribución ya definida o comprar uno viejo a tirar y reformar entero según las necesidades de la persona que lo compran.
La respuesta es clara y siempre la misma. Uno viejo siempre y cuando se tenga dinero para la reforma luego.
Los pisos viejos en esta ciudad, Madrid, tienen unas posibilidades impresionantes. Techos altos, espacios amplios, ventanas más altas de lo normal. Evidentemente este tipo de reformas son caras, porque hay que cambiar todo, y sumar esto al precio del piso, puede ser complicado.
Pero si compramos un piso nuevo, nos tenemos que adaptar a la distribución fijada por la promotora. En cambio un piso usado y si es viejo mejor, nos permite flexibilizar los espacios y adaptarlos a nuestras necesidades.
En reformas todo se puede hacer. Hace falta solo imaginación y ganas.
Las fotos superiores= Antes y Después del mismo espacio- Reforma de Buanystudio junto al Retiro en Madrid