Con la conciencia ecológica que se nos está inculcando, mucha gente se plantea cambiar la bañera por un plato de ducha, pues ducharse gasta menos agua que llenar la bañera para un baño.

O simplemente porque con una persona mayor en la familia, es más sencillo para ellas el ducharse que usar la bañera, evitando posibles golpes y sus consecuencias.

Estos últimos años, mucha gente ha querido hacer este cambio. En reformas que tenían más de un baño,  se dejaba uno con bañera si la familia tenía niños pequeños, pero sino todos con duchas.

Una solución barata para hacer esto sin tener que demoler todo el baño y si no se tiene cerámicas guardadas iguales a las existentes, para completar los tres lados que quedarán vacios al sacar la bañera, es buscar una cerámica que combine con la que tenga el baño. No igual, sino que componga.

Por ej, si el baño tiene un azulejo en blanco, uno de formato similar pero de un color liso, gris quizás que combina con todo. O si el azulejo existente tiene un dibujo con un color determinado, buscar uno liso que combine con esos colores.

EL trabajo consistiría en sacar la bañera, cortar con una radial lo azulejos existentes si es necesario por el borde donde irá el plato de ducha. Se coloca un perfil en U de acero inox, que los venden en tiras de 2.50 m de largo y con dos basta, una para cada lado. Se recibe el nuevo plato de ducha, que en el mercado ahora hay de similares medidas que las bañeras, para que se use el mismo hueco. Luego se alicata desde el perfil divisorio colocado, las tres caras de la ducha. Y listo.

Tiene que tener en cuenta que tendrá que cambiar la grifería, pues si tenía bañera, tendrá el caño de la grifería en un lugar que le podría golpear al ducharse. Pero no se preocupe. Las griferías de ducha se adaptan perfectamente a las de bañeras. Por lo tanto seguro no tendrá que cambiar la toma del agua.

No hace falta meterse en reformar todo el baño, si no es necesario o si usted no quiere hacerlo.