El conocido como «sofá Cherterfield«o «Chester» como se le llama en España, lleva más de dos siglos siendo un icono del diseño ingles. Todo salón o despacho que se precie de estilo, tiene uno en cualquiera de sus versiones, individuales o de dos a tres plazas.
Pero veamos un poco de historia. Sobre su diseño, revolucionario para su época, hay dos versiones, una oficial y otra oficiosa. Aunque nos gusta más la oficiosa, que dice que el Vizconde de Chesterfield, al rededor de 1773, encargó a un ebanista llamado Adam, la realización de un sofá de una plaza, robusto y pesado, donde los apoya brazos fueran de la misma altura que el respaldo, así obligaba a las personas a tener una posición recta y distinguida, acorde con la posición social de los que lo usaban.
Rápidamente se convirtió en un elemento de decoración imprescindible en todos los salones masculinos de los clubs privados en todo el imperio. Y doscientos años después este sofá sigue identificándose en el mundo entero con el buen gusto y el estilo clásico. Además, en época reciente, el auge del estilo vintage, les sitúa también como referencia decorativa obligada de plena actualidad. Su inimitable acolchado y sus elegantes formas han sido adoptados por diseñadores y creadores de interior que los integran también en ambientes modernos y minimalistas.
Rasgos estilísticos del sofá chesterfield:
-La altura del apoya brazos y el respaldo es igual, terminando en una forma redondeada.
–Estructura robusta, redondeada y pesada, patas de madera cortas y torneadas, en algunos casos con ruedas.
-Originalmente de cuero, aunque en la actualidad, se han reciclado en otras telas.
–Tapizado Capitoné. Original de estos sofás. Consiste en un tapizado acolchado que presenta un aspecto mullido gracias a los botones que, repartidos de forma geométrica por la superficie.
En la actualidad marcas como Laura Ashley, o Vincons o Westwing, lo han reinventado en cuanto a su forma, redondeando y abriendo más el final en el caso de Ashley, como en los tejidos, no solo en cuero sino terciopelos, o la butaca de lino blanco .
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