El ritmo del día a día no te deja respirar?
Ambas situaciones u otras cotidianas, pueden resultar caóticas y estresantes, sin ser para nada dramáticas. El contar con el apoyo de un consultor en organización y decoración de espacios, no tiene porque ir ligado a que la situación emocional de la persona sea realmente grave.
En muchas situaciones, puede ser una decisión de prevención.
Un ejemplo muy claro seria la que vivimos cuando nos ponemos a hacer reformas en casa: ¡empaquetar objetos, cubrir muebles, dormir dónde no toca, suciedad, trastos, polvo, imprevistos con los que no contabas y gente que no conoces todo el día entrando y saliendo! Una situación como esta, ya es bastante caótica por naturaleza. Si los nervios nos traicionan, se nos puede ir de las manos, y un proyecto que empezaba como una ilusión, convertirse en una pesadilla. ¿Por qué no buscar apoyo? Alguien que te ayude a organizarlo todo, que esté junto a ti si surgen imprevistos, que pueda echarte una mano cuando pienses que no puedes más, y que te ayude a disfrutar el proceso y haber conseguido tu objetivo.
En otras situaciones, puede ser una decisión simplemente práctica. ¿Quién no conoce la sensación de que el ritmo que llevamos en nuestro día a día: la casa, la compra, el trabajo, los niños, acaban superar a cualquiera? La percepción de que no podemos con todo, de que la situación nos ahoga, nos estresa y nos tensa de tal manera que nuestro carácter acaba resintiéndose, el mal humor nos domina y somos incapaces de saber disfrutar ni de nuestra familia ni de nuestro hogar. Acabamos viéndolo todo como más trabajo, más problemas, más obligaciones, cuando tendrían que ser todo lo contrario.
Intentamos ponerle solución, y dedicamos el poco rato que tendríamos para descansar o divertirnos, a organizar. Si lo conseguimos, nos quedamos, por un lado tranquilos, pero incómodos por no haber podido disfrutar de “nuestro espacio”, de ese rato de relax que tanto nos merecemos. Si nos agobia el ver la cantidad de trabajo que hay, acabamos dando portazo, y nos sentimos fatal, porque sabemos que la desorganización no hará más que empeorar.
No dejar que una situación llegue a superarnos es una buena estrategia. Antes de que llegar a casa se convierta en un suplicio, toma medidas. Un par de horas a la semana con un consultor, pueden suponer mucho más que ordenar u organizar. Hacer que cumplas esos objetivos, de la manera más rápida y sencilla, sin agobios, y sintiéndote acompañado y apoyado en todo momento, es su labor. Que te sientas bien, a gusto y relajado, porque lo has conseguido, también.