Estilos Kitsch y ecléctico.
La decoración de una casa, está íntimamente ligada con la personalidad de aquellas personas que la viven: los detalles, los colores, el mobiliario, las líneas y las formas que elegimos, transmiten todo aquello con lo que nos identificamos.
Un recurso sencillo para “orientarnos” sobre que rasgos definen nuestra personalidad y gustos, es intentar recordar lugares que te hayan gustado mucho y en los que te hayas sentido cómodo. Puede ser un restaurante, la casa de un conocido, el hogar de tu infancia o la fotografía de una revista. De todos esos espacios “identifica” que es lo que te ha hecho sentir bien: los colores, los muebles, la distribución, los detalles…
Hablando de rasgos de personalidad, podremos reconocer cuales son aquellos estilos que encajan con nuestra forma de ser.
¿Eres una persona alegre, extremada y extrovertida? Si es así, lo más probable es que te sientas bien en ambientes con un tipo de decoración moderno. Entornos con colores vivos, con muebles de líneas y acabados divertidos, desenfadados.
Uno de los estilos con los que podrías sentirte a gusto, es el Kitsh. Se ha definido a este término como “el arte de la felicidad”. El concepto en sí, engloba aquella expresión artística que surge de la necesidad de expresar felicidad. En general, tanto el mobiliario como los detalles decorativos no son para nada funcionales, su elección suele ser por estética, por el simple placer de contar con esa pieza que tanto gusta.
Una mezcla de formas y colores, difícilmente combinables en cualquier otro estilo: violetas compaginados con dorados, rojos, rosas y lilas. Los detalles decorativos contrastan unos con otros. Es habitual encontrar un marco de plata con la foto de la primera comunión o la imagen de una virgen, junto a un jarrón de colores chillones o un teléfono en forma de manzana. Recuerdos del pasado, de aspecto tradicional, junto a piezas de lo más extravagantes.
A nivel de mobiliario predomina lo ochentero. Muebles de líneas curvas, de acabado más industrial que artesanal. La gracia de los materiales utilizados se basa en que suelen ser imitaciones de otros mucho más caros: cerámicas y plásticos que simulan mármol o madera, metales baratos con acabados que simulan a los nobles, como el bronce. Textiles con estampados llamativos y colores provocativos.
Otra opción, si tus gustos no son tan extremados, seria la mezcla de estilos, es decir, el estilo ecléctico. Este estilo combina mobiliario y detalles de diferentes épocas: objetos de estilo moderno y clásico, con diferentes texturas y diferentes materiales. Esta combinación puede resultar muy alegre y divertida. Eso sí, ves con cautela. Recuerda que el encontrar el equilibrio y la armonía será fundamental para que el resultado resulte estéticamente agradable. (Te recomendamos leer post anteriores publicados en el blog sobre la armonía en la decoración).