Una persona me pidió un presupuesto para reformar una casa que se compró, el otro día como habitualmente sucede, nos dedicamos a ello. Yo fui a verla, me dio planos y me contó que quería. Como pasa últimamente con este tipo de trabajos, no tenía una medición base, para que las empresas que le presupueste, lo hagan con las mismas partidas y criterios.
Evidentemente, el plano a escala ayuda. También a veces sin ella, porque se puede apañar de saber la escala, los profesionales tenemos nuestros trucos.
Pero un presupuesto de reforma involucra muchas partidas para distintas tareas, nunca se puede dar un precio global por un trabajo. Para tener transparencia, hay que exigir presupuestos detallados, por unidad y partida, nunca globales..
No tener una medición aproximada, es un error bastante común.
Si la obra es pequeña, como puede ser una reforma de un baño o de una cocina, no hay problemas. Las empresas te pueden presupuestar casi con seguridad lo mismo, porque poner un inodoro en una pared u otra de un baño, no altera el precio final.
La diferencia estará en las calidades de las terminaciones, y nada más. Tu puedes elegir estudiando un poco cada propuesta. En definitiva, si te gusta o no lo que te proponen.
Pero cuando es una reforma integral de una vivienda, tener una medición es la única manera que todo el mundo te presupueste lo mismo, sino es imposible que tu criterio de selección sea el correcto.
Tú no te puedes basar, para elegir la empresa que haga tu obra, solo en el precio final. Situación que pasa actualmente más de aconsejable. Porque, si no presupuestaron todos lo mismo, puede pasar dos cosas.
- Si seleccionas una empresa, porque el precio final es bajo, cuando hagas la obra, puede que te lluevan los adicionales. Esta estrategia la he visto en muchas firmas. No presupuestan todo lo que se necesita para que su precio sea bajo. No es lo mismo un adicional por esto, que porque apareció algo que no estaba previsto por cambios de trabajo o ideas.
- AL contrario, si descartas a una porque es muy alto su precio final, posiblemente pueda pasar que sea más alto que los demás porque tiene ya todas las partidas estudiadas y los demás no. También esto lo estoy viendo mucho, y los clientes descartan a empresas que seguramente por idoneidad y estudio de sus trabajos, sean las que deberían contratar.
Si tú no les das a todos las mismas herramientas para que te hagas el mismo presupuesto, como puedes elegir bien? Lo has pensado?
Si sucediera esto, tienes dos caminos:
- Para elegir una empresa, solo ver el precio unitario de cada partida. Por ejemplo, para que lo entendamos bien, el precio por punto de luz o por punto de agua. Ya sabrás tú, cuantos pones de uno u otro.
- Contratar un técnico que te haga un plano a escala y una medición con precios. De esta manera, sabrás por dónde anda lo que quieres hacer. Y esa medición, sin los precios, te servirá junto con el plano, para que todas las empresas a las que le solicites un presupuesto, lo hagan igual.
Ahorraras tiempo, disgusto de tener un nuevo precio cada vez que visites tu obra y sobre todo dinero al finalizar el trabajo.
Una obra de reforma no es barata, y posiblemente has usado muchos recursos de la familia para poder llevarla a buen puerto. No cometas un error, desde el comienzo. Los pasos que deberías seguir son:
-Ten las ideas claras de lo que quieres.
-Contrata un técnico que te ayude, y plasme en un papel y presupuesto base el trabajo.
-Pide presupuestos varios, no te consejo más de 5, con ese material así todos presupuestan lo mismo.
-Elije a la empresa que consideres no solo por el precio sino por referencias y trabajos realizados con anterioridad.
Dos frases tópicas para cerrar esta reflexión, “No todo es oro lo que reluce” y “lo barato a veces sale caro”.
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