Un fin de semana frente al mar, es una gloria para quienes vivimos en un departamento en la ciudad.
Uno no reniega de su vida ciudadana, y de su departamento calentito en invierno. Pero unos pasos sobre la arena, buena comida, amigos y buen clima en invierno, ayudan a cargar energías a mitad de año. Al menos en esta parte sur del mundo, que es el fin del mundo según las palabras del Papa Francisco.
El viernes partimos rumbo a Pinamar, a unos 340 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
Pinamar tiene unas playas muy extensas. Se puede caminar en ellas durante kilómetros. Son playas anchas, con paradores y comodidades para el relax.
Durante el invierno las actividades cambian, y se intensifican las cabalgatas en los bosques de pino, que son la reserva natural del lugar.
La gran cantidad de público que llena las playas en verano, también llega en invierno.
Ello ha hecho que varios locales de conocidas marcas locales, se encuentren abiertos durante todo el año, tentando a los turistas a pasear, ver y comprar.
«Clau & Betty» , «Indian Style», por ejemplo.
Aprovechamos el solicito de invierno para almorzar, y luego nos fuimos a Cariló, una playa exclusiva ubicada a unos 13 kilómetros.
Cariló es una playa más nueva, que hacia los años ’70 comenzó a recibir turistas para las vacaciones. Antes estaba centrada en la forestación de sus preciosos y amplios bosques.
Hoy tiene un centro comercial muy visitado, ya que tiene un estilo propio, con la personalidad de Cariló.
En Cariló no faltan los duendes, como los la Galería Comercial que viven en todos lados, especialmente cerca de los bosques.
Se pueden encontrar también muñecas de porcelana con sus vestidos elaborados. Nadie se aburre aquí.
Los atuendos típicos como las alpargatas, y las bombachas de campo, tampoco falta por estos lados.
En el Restaurante Demuru, la gastronomía de Cariló, al igual que la de Pinamar, no decepciona. Además de locales de comida rápida, tiene varios lugares para deleitarse.
Un paseo para disfrutar a pleno. Os dejo las fotos que he sacado de ese paseo que recomiendo como una perfecta escapada.
Hasta la próxima.
Oso bicha.