Estos días, se me ha planteado un dilema. Yo estoy diseñando mi cocina nueva y lo estoy haciendo con una isla y abierta al salón. Al mismo tiempo, un cliente al cual también le estoy en este momento haciendo una propuesta de cambio de distribución para un piso para reformar, la cocina es abierta.

Si bien, todo el diseño le gusta mucho, me ha pedido que la cocina no sea abierta, que ahora la tiene asi, y quiere una cerrada. Me ha descolocado un poco su solicitud, porque me hace pensar si no estaré equivocando con la mía.

Soy una firme defensora, que con las campanas actuales, cuya potencia es  elevadísima, da igual si esta el espacio abierto o cerrado, si es por el olor. Y con un buen diseño de muebles, todo puede estar en su sitio, sin tener que estar a la vista. Lo suyo es ordenar antes de instalar, pensando los detalles al milímetro.

Estoy convencida con esto, y seguiré adelante con la idea de cocina abierta, porque en el espacio donde estará, creo que disfrutaré mucho de la isla-península.  Aunque pensaré por si me equivoco, en poder cerrarla con algún tipo de solución posterior que no necesite obra, como las cocinas actuales de cristaleras. 

[ctt template=”8″ link=”m1BXf” via=”no” ]Estas soluciones le dan un toque industrial y con mucha personalidad al espacio que incluye la cocina.[/ctt]

Sobre todo, es algo que se puede hacer luego de usar la cocina abierta una temporada, si nos molesta que tenga tanta integración. 

A mi cliente, se la diseñare con esta solución, y creo que le gustará mucho. Y tú, te animas?