El papel pintado está de actualidad furiosa en estos años. De ser top en los 50 y 60 se dejó de usar, hasta su renacer en esta última década. Las colecciones de las grandes marcas se suceden constantemente año a año.
Yo lo uso en mis proyectos, en baños, cocinas y sobre todo en armarios, como ya conté en este blog, y puedes releer aquí.
Pero si quieres hacer algo único en tus proyectos, para tus clientes o para tu propio espacio, por qué no diseñarlo y fabricarlo a mano, artesanalmente. No mucha gente lo hace, pero cada vez más.
Existen grandes diseñadores, que podríamos llamar «clásicos», que lo hacen hace años.
Una de las más conocidas en este arte es Marthe Armitage, inglesa (1930), de gran trayectoria profesional y dio clases en la escuela de Artes y Oficios, donde en el siglo 18 daba clases Williams Morris, uno de los grandes del movimiento Art and Craft.
También tenemos a Angie Lewin, que me gusta mucho su trabajo, aunque no solo se dedica a esta rama, sino a la textil, acuarelas y muchas más cosas.
Producir tus propios diseños es fascinante, como trabajo y aportaría mucha personalidad a muchas cosas. La base para este trabajo suele ser tener bocetos, y buscar una imprenta que tenga máquinas de impresión digital o offshore, de 70 cm.
Y tener en cuenta que tu boceto de impresión, si es un mural que necesitará la aplicación de varios rollos correlativos o es un boceto repetitivo con un patrón.
La producción suele ser cara, porque ya sabes, cuanto menos material, más caro es. Pero puede dar un toque distinto a todo.
Ya sabes que en este blog, perseguimos la originalidad, lo distinto, y diseñar tu papel o el de tus clientes, lo es.
Te animas?