Al leer mi último post, más de una persona se debió preguntar: si me acabo de divorciar y estoy sin un duro… ¿cómo me voy a permitir el lujo de pagar a alguien para que me ayude?
Recurrir a un consultor en organización y decoración de espacios, no es un gasto, es una inversión, y lo que se tiene que valorar es todo lo que reporta. Ante todo, deciros, que hacer una consulta, que dura aproximadamente dos horas, en vuestra casa, para ver cuáles son vuestras necesidades y encontrar las soluciones, es más que económico.
Por lo que te puede suponer, el importe de una cena, solo, con esa visita, conseguiremos marcar objetivos y prioridades. Obtendrás ideas de cómo hacerlo todo de la manera más sencilla, económica y rápida posible.
Hay que entender, que la necesidad de “cambiar” el aspecto (que no significa toda la decoración) del que ha sido el hogar de la pareja, no es un capricho. Existe una necesidad “psicológica” real de tener un espacio “nuevo” nuestro, personal. Y eso se puede conseguir incluso, sin comprar absolutamente nada.
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