Si tienes pensado hacer un viaje al lugar más austral de América, te cuento el mio de un fin de semana largo.
Para llegar a Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego, en Argentina, desde Buenos Aires hay que tomarse un avión que, en 3 horas y media, aterriza en la pista más austral del mundo.
Nos alojamos en el Hotel Arakur, que en su construcción y decoración utilizaron los materiales del lugar: piedra, madera y lana.
El primer día hicimos la excursión por el Canal de Beagle, que hacia los años ’80 tuvo un significado estratégico para la Argentina porque la zona fue disputada por Chile. Finalmente, con la intervención del Papa, se establecieron los límites geográficos que permitieron mantener la paz en la zona.
Durante la excursión se pueden ver islas llenos de cormoranes y sus nidos.
Se sigue navegando, hasta llegar a uno de los faros más australes del mundo, al que se lo llama el faro del fin del mundo.
Bajamos del barco al término de la excursión, y nos fuimos a comer centolla a Tía Elvira.
Un manjar. Recomendación: pidan centolla al natural con limón y salsa golf (mitad ketchup, mitad mayonesa).
Al día siguiente, partimos para el Parque Nacional Lapataia.
Allí finaliza la ruta 3, que comienza en Alaska y atraviesa toda América. Por ello es habitual ver fanáticos en moto, bicicleta o motorhome que llegan al lugar luego de haber hecho toda la travesía.
En esta excursión se puede optar por hacer un paseo de unos pocos kilómetros en el Tren del Fin del Mundo, que recrea parte del camino que hacían los presos que eran enviados a la cárcel que existía en el lugar, los cuales trabajan cortando árboles para usar como leña, y otros trabajos que les eran asignados.
Antes de finalizar el paseo, pasamos por la Estafeta Postal que se encuentra en el lugar, sobre un muelle en el lago, y enviamos unas postales a la familia.
Al salir, nos encontramos con una sorpresa: 200 motos de todo el mundo que andaban de paseo, con sus conductores que se juntan todos los años en Ushuaia. Un verdadero show.
El tercer día nos fuimos para el lago Escondido y el Lago Fagnano, cerca de la ciudad de Tolwin.
Por la tarde, después de comer el consabido cordero patagónico, nos fuimos a conocer la Cárcel, con su cúmulo de anécdotas y personajes.
El paseo a la cárcel, es un paso obligado para conocer la historia de Ushuaia y la del continente blanco, Antártida.
En los pisos superiores, en las celdas, se ubican de manera recreativa las distintas expediciones, los trajes usados en distintas épocas, las rutas descubiertas, y los avances científicos que lograron con su audacia.
El Papa Francisco, al iniciar su misión, dijo que llegaba desde el fin del mundo.
Este es el fin del mundo. Un lugar mágico, lleno de historias distintas, con una mística única, con barcos que llegan desde el norte, y barcos que se van a la Antártida. Con rutas extensas que terminan justo allí, con caminos que luego de atravesar varios países concluyen sus historias en ese lugar…en el fin del mundo.
Un lugar que prometemos volver, y que te recomendamos para tu próximo viaje.
Hasta pronto…
Bicha de Espacio Claudelina
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